Píos, chirridos y graznidos de nuestros amiguitos de lo alto
Las aves usan sus cantos y llamadas para atraer parejas, alertar a otros de los depredadores, establecer sus territorios y coordinarse entre sí. Los humanos han aprendido a usar estos cantos de aves, incluido su ritmo, tonalidad, repetición y tono, para ayudar a identificar qué aves están en qué lugar, ¡aunque no podamos verlas!
Preste atención a algunas llamadas de aves del Laboratorio de Ornitología de Cornell que podría escuchar justo aquí afuera del Museo de Ciencias:
[Reproducción de cantos de aves]
Hermoso, ¿cierto? Bueno, la sinfonía de cantos de aves en nuestros árboles se está volviendo más callada.
Los científicos estiman que durante los últimos cincuenta años en Norteamérica se ha extinguido el 29% de la población total de aves. Eso equivale aproximadamente a 3 mil millones de aves extintas. Sí, miles de millones.
La disminución de los hábitats naturales de las aves, el cambio climático, los gatos domésticos al aire libre y otras actividades humanas están exterminando aves a un ritmo más acelerado del que los polluelos recién nacidos pueden reemplazarlas.
Afortunadamente, ¡usted puede ayudar! Proyectos científicos como el Gran Recuento de Aves en el Patio Trasero le permiten avistar y escuchar las aves de su patio trasero (o de cualquier otro lugar), y enviar información sobre las que logre identificar. ¡Los recuentos de aves de este tipo ayudan a los investigadores a rastrear las poblaciones de aves a través del tiempo y el espacio, y contribuyen a orientar los futuros esfuerzos de conservación!