Estrategias de las ardillas para sustento en el invierno
La ardilla gris prolifera en las ciudades. El desarrollo urbano ha ahuyentado a muchos de sus depredadores naturales, como el gato montés, los coyotes y los zorros; entretanto, ¡la comida sigue siendo abundante!
Durante la primavera y el verano las ardillas se deleitan con un festín de flores, semillas, brotes de hojas, bayas, insectos y restos de comida que dejan las personas.
Durante el otoño y el invierno las ardillas cambian su dieta a bellotas, utilizando para abrirlas sus afilados dientes incisivos que están en constante crecimiento. Las bellotas aportan mucha energía y grasas, lo que las convierte en una gran fuente de alimento de la que dependen muchas especies, incluidas las ardillas.
Estos pequeños animales de cola tupida deben mantener un suministro constante de nutrientes durante los duros meses de invierno. Por tal razón, las bellotas no se entierran al azar ni se olvidan. Las ardillas cuentan con una elaborada estrategia para decidir cómo, cuándo y dónde almacenar su comida, según la especie y la calidad de la bellota.
Entonces, si ve alguna ardilla hoy, deténgase para observar cómo realiza sus actividades. ¡Quizás la vea buscando comida o incluso trepando por un árbol con sus patas que pueden girar 180 grados completos!