El impacto desconocido de un insecto muy odiado
Sí, las abejas, los colibríes y las mariposas son polinizadores; pero ¿sabía que las polillas, los murciélagos, las moscas y los escarabajos también lo son? ¿Y qué decir sobre los mosquitos?
Al menos el 75% de todas las plantas florales, incluidos los alimentos que comemos, necesitan de otra especie para transportar el polen de la parte masculina de la flor a la parte femenina y producir semillas. Las flores atraen a estos polinizadores para que realicen el transporte de polen ofreciéndoles su néctar azucarado como alimento.
Las abejas realizan gran parte del trabajo pesado de este enorme esfuerzo, pero no están solas. Los mosquitos también frecuentan las flores en busca de su néctar, y como efecto secundario, las polinizan. Normalmente, no vemos cuando esto sucede ya que los mosquitos están activos durante la noche.
De las miles de diversas especies de mosquitos, solo unas cien obtienen su alimento de los seres humanos. ¡Y son solo las hembras! Los mosquitos hembra que succionan sangre necesitan proteínas adicionales para producir huevos. Pueden localizar un “plato” de sangre a más de 30 metros de distancia; detectando moléculas presentes en el sudor humano, el dióxido de carbono de la respiración y el calor corporal.
Las investigaciones sobre mosquitos se centran en aquellas especies que se alimentan de sangre humana porque pueden propagar enfermedades mortales. Conocemos muy poco sobre otros tipos de mosquitos inofensivos que existen actualmente.
Si ciertas especies de mosquitos tienen un gran impacto en los seres humanos, imagine el impacto que podrían tener en otros seres vivos de su entorno. Los mosquitos podrían ser igual de importantes que las abejas y las mariposas para mantener este parque lleno de vida.